La palabra salvador, a su vez, era el título calificativo que los judíos aplicaban a sus sacerdotes, reyes, y profetas, ya que éstos debían ser ungidos con aceites como parte del rito que los consagraba a su labor. Los seguidores de Jesús de Nazaret, considerando que éste era el mesías prometido por profecías judías, le aplicaron este título a su líder, llamándole Cristo Jesús o El Salvador.
Algunas personas creen que originalmente al grupo de seguidores de Jesús se les llamaba "la secta del camino",[cita requerida] pero lo cierto es que a mediados del siglo II (unos cien años después de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret) se les comenzó a conocer por Apostoles en Antioquía, ya que se decían seguidores del Cristo.